Esta es la plantilla que ha preparado www.orientacionandujar.es para planificar semanalmente las tareas de por la tarde de vuestros hijos e
hijas, las ventajas que tiene esta organización son las siguientes.
1. Planificar con
antelación. Los hijos se
sienten seguros sabiendo que todas las mañanas irán al colegio o que cuando
vuelvan a casa después del colegio les espera la merienda. Es este sentido, la
rutina les ayuda a programar sus actividades de antemano.
2. Coherencia: Los niños prosperan más en un
entorno sólido y coherente. Está claro que les gustan los cambios y las
emociones, pero la rutina completa su profunda necesidad psicológica de
estabilidad.
3. Control: La posibilidad de elegir algunos
aspectos de su rutina, por ejemplo, dejar que decida cuando quieren jugar o
cuando leer un libro, permite a los niños tener, hasta cierto punto, control
sobre su mundo.
¡Cuántas veces nos lamentamos porque no tenemos tiempo
para todo! Lo mismo le ocurre a nuestro hijo. No podemos hacer que el día tenga
más horas, pero sí podemos aprovecharlas al máximo. ¿Cómo? Planificando nuestro
trabajo. Elaborar un horario de estudio adaptado a las necesidades de nuestro
hijo ayudará a mejorar su rendimiento y le dejará tiempo libre para
disfrutar de otras actividades.
“¡No, aún no he
terminado! ¡Espera que acabe esto! ¡No he tenido tiempo!” Posiblemente estemos cansados de
oír esto a nuestros hijos. Y tienen razón. Están colapsados de deberes, actividades
extraescolares y obligaciones
diarias de mera convivencia (aseo personal, poner la mesa,
ordenar la habitación…) que les restan tiempo de ocio. No suelen tener el tiempo suficiente o adecuado para
disfrutar de lo que a ellos les gusta y les distrae, independientemente de la
actividad que se trate (música, dibujo, deporte, lectura, televisión…). Cuando
cumplir con sus trabajos escolares requiere una inversión de tiempo desproporcionada o no les permite
llevar a cabo otras actividades lúdicas, quizá es el momento de
planificar un horario de estudio que les ayude a organizar su tiempo, rentabilizar sus esfuerzos y
disfrutar así de su tiempo libre.
¿Cuáles son las
ventajas de contar con un horario de estudio?
§
Crea un hábito de estudio, lo que constituirá una base
para toda formación futura.
§
Potencia la concentración. Es más fácil centrar la atención en la actividad que hay que realizar si se cuenta
con un espacio de tiempo exclusivo y determinado para
ella.
§
Sirve para ser
consciente del propio rendimiento y regular esfuerzos.
§
Permite compaginar
el estudio con el tiempo libre y disfrutar de otras actividades gratificantes.
§
Ayuda a librarse de
la preocupación o angustia que conlleva la acumulación de tareas pendientes.
La importancia que le conceda nuestro hijo al horario
de estudio determinará el cumplimiento del mismo. Nuestra tarea no es la de imponer
a nuestro hijo que cumpla un horario “porque sí“, en ocasiones determinado por
nosotros mismos y que pretendemos mantener sin concesiones. Es preferible
planificar y diseñar conjuntamente con ellos un horario de estudio efectivo y hacerle descubrir las
ventajas de realizar una programación adecuada a sus compromisos y deseos.
Nuestro objetivo consiste en que, finalmente, nuestro hijo aprecie el valor que
tiene cumplir con el horario establecido y lo ponga en práctica cada vez de forma
más autónoma.
¿Cómo debe ser un
plan de estudio efectivo?
§
Personal: adecuado a las necesidades de nuestro hijo. Determinemos cuál es el mejor
momento del día para dedicarlo al estudio, qué actividades
extraescolares se realizan
normalmente y dejemos el tiempo necesario para el descanso y el ocio.
§
Realista: adaptado a la capacidad y disponibilidad de nuestro
hijo. Es conveniente programar el trabajo de manera que se pueda cumplir; sobre
todo al principio, nuestro hijo debe sentirse capaz de cumplir con lo
establecido, de lo contrario puede aparecer desánimo, frustración o rechazo.
§
Flexible: preparado para imprevistos. Hay que tener en cuenta
que, con mayor o menor frecuencia, surgen compromisos que nos obligarán a
modificar horarios y actividades, pero intentaremos
que afecten lo menos posible a las tareas prioritarias establecidas en el horario.
§
Escrito: que sirva de recordatorio de las actividades
programadas y, a posteriori, de referencia de las tareas que se han cumplido o
no. Con niños pequeños se puede elaborar un cuadro con dibujos que representen
las actividades que hay que realizar.
¿Cómo planificar un
horario de estudio con nuestros hijos y llevarlo a la práctica?
§
Hacer un listado de las actividades que nuestros hijos realizan
diaria o semanalmente y calcular el tiempo que ocupan, de esta forma nos será
más fácil establecer prioridades y construir un horario personal y realista.
§
Planificar el horario semanalmente, teniendo en cuenta que no todas
las semanas son iguales y que deberemos adecuar el horario a fiestas, compromisos, exámenes o acontecimientos diversos que
tengan lugar. Nuestro hijo no tiene porqué privarse de determinadas actividades
si aprende a organizar su tiempo. Recordemos la importancia de la flexibilidad en una
programación y que cualquier horario está sujeto a cambios.
§
Concretar las tareas al máximo. Por ejemplo, en vez de hacer
una indicación general “estudiar sociales”, es preferible detallar las
actividades “estudiar los temas 5 y 6 de sociales”.
§
Dedicar un especial
interés a las materias más costosas y al orden de realización de tareas. Es mejor comenzar
con las de dificultad baja para pasar a las de dificultad más elevada y
terminar con las más fáciles.
§
Modificar el horario si se considera que los cambios
afectarán positivamente en el rendimiento. Quizá deba ampliarse o reducirse el
tiempo dedicado a una actividad según el esfuerzo o la dedicación que veamos
que la actividad demanda a nuestro hijo.
§
Intentar que las horas de
estudio sean siempre las mismas y en el mismo lugar para crear un hábito de estudio.
No debemos permitir que nuestro hijo pierda horas de sueño, que estudie cuando
esté muy cansado ni después de una comida importante, ya que la concentración
no será la deseable y la realización de la tarea le exigirá un esfuerzo
excesivo.
Si se planifica un horario de estudio y se cumple con
él de forma continuada y constante, es muy posible que nuestro hijo aprenda
unas rutinas que le serán útiles para realizar su trabajo de manera ordenada y
autónoma, se habitúe a un ritmo de trabajo y de descanso muy beneficioso para
él y que obtenga provecho de sus horas de estudio y de ocio para un adecuado
desarrollo personal.