Podemos observar el "efecto Pigmalion" (Rosenthal y Jacobson, 1996) en el siguiente vídeo que corresponde a la película "En busca de la felicidad" de G. Muccino, del año 2006.
El “efecto Pigmalion” sucede con demasiada frecuencia en la escuela y en casa, como para no prestarle la atención debida. Si lo sabemos utilizar en el momento exacto puede ser muy interesante y productivo para nuestros alumn@s o hij@s
El en vídeo, en primer lugar, el padre crea una expectativa negativa y su hijo deja de jugar con la pelota. NO quiere continuar buscando o luchando por su sueño.
La expresión: “Nunca dejes que nadie te diga, que no puedes hacer algo… ni siquiera yo” (el padre), es la actitud contraria. DEBEMOS CREAR expectativas positivas para que continúe en la búsqueda de sus sueños. No esperemos a que las personas que no son capaces de hacer algo, les digan que: “Tú, tampoco puedes”.
“El efecto Pigmalion” requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución.
El “efecto Pigmalion” se puede identificar de las siguientes maneras:
- Suceso por el que una persona consigue lo que se proponía previamente, a causa de la creencia de que puede conseguirlo.
- "Las expectativas y previsiones de los profesores sobre la forma en que de alguna manera se conducirían los alumnos, determinan precisamente las conductas que los profesores esperaban." (Rosenthal y Jacobson, 1996).
Tipos de “efecto Pigmalion”:
- Efecto Pigmalion positivo: El efecto Pigmalion positivo se refiere a aquel que produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual se produce el efecto, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del aspecto en concreto.
- Efecto Pigmali0n negativo: El efecto Pigmalion negativo es aquel que produce que la autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa disminuya o incluso desaparezca.